Hace cuatro años me mude aquí de México con mi familia y cuatro amigos. Cuando llegamos todo era nuevo y desconocido. No sabíamos donde ir y como empezar nuestras vidas de nuevo. Pero encontramos este apartamento. Me gustaba porque mis amigos hablaban español y hay tiendas mexicanas cerca, y nos hacía sentir menos solos. Así lo hicimos nuestro hogar.No ha sido fácil. Mi marido trabaja largas horas para juntar dinero para apoyar a mi hijo que esta estudiando para ser chef en México. Me quedo en casa con mi hija, Regina, ella solo tiene un año y a vecez me siento sola.No es lo que me imaginaba cuando me mude aquí, pero he llegado a conocer a las mujeres que se quedan en casa y a otros vecinos. Yo cuido los niños de mis vecinos cuando ellos trabajen y somos una comunidad ahora. Mi hogar y mi comunidad son lo que me hacen seguir; No sé lo que haría sin ello.En junio mi dueño envió una carta diciendo que yo sería desalojada al final de septiembre porque él había perdido las licencias de rentar y quería renovar. El planea vender el edificio. Yo sabia que la carta iba a venir, pero todavía me sorprendió. El mensaje de desalojo me rompió el corazón y todavía lo hace. Ha habido momentos en los que he querido renunciar, y moverme lejos de la comunidad.Sería más fácil renunciar y moverme. Pero que clase de ejemplo estaría estableciendo para mi hija. Nos merecemos nuestro hogar. Nuestra hija merece crecer en su comunidad con sus amigos. Quiero que mi hija tenga una buena vida. La vida que ella se merece. Así que decide quedarme y pelear por mí misma. Y pelear por mis vecinos. Y pelear por todo mundo en Minneapolis que ha vivido unas condiciones de vida inaceptables o que han sido desalojados injustamente.Si lo peor pasara, y yo fuera desalojada todavía no me rendiría. Eso me daría más razones para pelear. En muchos sentidos esta lucha es mas grande que yo. Si yo fuera desalojada yo me unaria a muchas otras mujeres y familias en lucha por un futuro donde esto no volviera a suceder. Si yo tengo la suerte de quedarme, seguiría luchando por ese futuro, porque nadie deber tener que enfrentarse a un desalojo en el medio del invierno de Minnesota.Estoy luchando por no solo quedarme en casa. También estoy trabajando con mis vecinos hacia una solución en la que creemos: una cooperativa de vivienda de gestión de inquilinxs.Queremos ser libres en nuestros propios hogares. Queremos ocuparnos de nuestros hogares nosotros mismos. Queremos poseer nuestros edificios para compartir la propiedad y el trabajo— y asegurarnos de que ningunos de nosotros puede ser desplazado de nuestro vecindario nunca más.Realmente creo que podemos lograrlo juntos, y realmente creo que sería la mejor solución para todo el mundo. Nuestro dueño, Steve Frenz, no hace las reparaciones que necesitamos y no conoce nuestros hogares como nosotros. Así que nos hemos auto enseñado a cuidar nuestros hogares de acuerdo como lo vamos necesitando. El otro día mi vecino vino y reparó mi puerta cuando la cerradura se rompió. Mi otro vecino se auto enseño a como reparar un fregadero tapado.Queremos nuestros hogares y estamos listos para cuidarlos y las tierras en la que están construidas. Únanse a nosotros en la siembra de las semillas para un futuro de la vivienda en Minneapolis. Donen ahora: https://www.crowdrise.com/o/en/campaign/united-renters-housing-cooperative--Vanessa Del Campo Chacon

Estoy Luchando Por El Futuro Que Mi Hija Se Merece